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Blog Mallorca Charme

Son Serra de Marina

Son Serra Strand

El encanto paradisíaco de esta playa virgen se extiende también al yacimiento arqueológico de Son Real y al Parque Natural de la Península de Levante, que multiplican el atractivo de esta parte menos conocida de Mallorca.

Los más de 500 kilómetros de costa mallorquina, rodeados de montañas y acantilados, despliegan su encanto mediterráneo con aguas turquesas y 300 playas custodiadas por un cielo azul casi perpetuo durante todo el año. Entre ellos, descubrimos Son Serra de Marina, uno de esos paraísos aún vírgenes y alejados del turismo de masas. Enmarcada por el Levante a un lado y la necrópolis de Son Real al otro, este inmenso arenal es uno de los grandes desconocidos de la isla de Mallorca.

Para descubrirlo, hay que ir al noreste de la isla, concretamente al municipio de Santa Margarita. La zona está llena de asentamientos históricos, pero la playa de Son Serra sigue siendo virgen y está abrazada por las montañas del Parque Natural de la Península de Levante, del que pronto formará parte. Lo primero que sorprende al llegar, además de la paradisíaca vista panorámica, es una de las torres características de esta costa, utilizada por los submarinos en los años 50 para calcular los disparos. El siguiente punto es quizás la falta de tumbonas y sombrillas.

Playa de Son Serra de Marina 

Las aguas cristalinas de Son Serra cubren la arena de conchas y flores de posidonia que habitan el fondo marino del Mediterráneo y contribuyen a su conservación. La vegetación acuna la brisa y te lleva a un sistema de dunas y a una zona rocosa donde la soledad se apodera aún más del espacio.

Son Serra de Marina Strand

Son Serra de Marina está alejada de los típicos destinos vacacionales y es visitada principalmente por los lugareños y los ocasionales amantes del sol, por lo que también se la conoce como “el último paraíso”. En las playas rubias se han producido anécdotas como la prohibición de que hombres y mujeres se bañen juntos en los años 70, que se castigó con la visita a 20 ferias. ¿Quién iba a pensar que algún día se permitiría el naturismo aquí?

Si la playa de Son Serra es un tesoro para los que buscan idilios con el mar, sus olas temporales son un tesoro para los surfistas. Las agitadas aguas del Canal de Menorca dan rienda suelta a los placeres de estos y otros deportes acuáticos como el windsurf. Cuando el mar está en calma, los kayaks se lanzan al agua. En tierra, los paseos a caballo y a pie le llevarán por tranquilos senderos a través de bosques de pinos hasta lugares como la Colonia de Sant Pere, un antiguo pueblo de pescadores con un atractivo paseo marítimo.

Volviendo a Son Serra, el torrente de Na Borges separa la playa del pueblo. Aquí puede ver cangrejos azules, una especie invasora originaria de la costa atlántica americana. Al otro lado hay algunas casas de campo sencillas, un puerto y algunas tiendas. Se construyeron en la década de 1950 como segundas residencias para los mallorquines, pero la creciente urbanización de las comunidades circundantes salvó a Son Serra de la masificación. El chiringuito El Sol es el más popular, sobre todo en las noches de verano, cuando los mojitos se beben a ritmo de chill-out.

Para garantizar el disfrute de Son Serra, este verano estará disponible la aplicación Playas Seguras, que ofrece datos sobre la ocupación de todas las playas de la isla, así como la capacidad, la calidad del agua, las banderas y el estado de los vivos.

Pero este tramo de costa, que se extiende desde Alcúdia hasta Cap Farrutx en el límite del Parque Natural de Levante, tiene otros enclaves maravillosos que ofrecer, como el Parque Natural de S’Albufera, ideal para los observadores de aves, el encantador pueblo de Artá, que se llena de vida los martes gracias a su mercado de productos locales, o el interesantísimo yacimiento arqueológico de Son Real, que linda con Son Serra.

El parque natural de Son Real en Son Serra de Marina

 

A pocos metros de Son Serra de Marina, en la costa oeste, se encuentra el yacimiento arqueológico más importante de la isla, con una necrópolis que se extiende hasta una playa tan virgen y espectacular como Son Serra. Declarado Monumento Histórico Nacional en 1965, ha sido el lugar donde se enterraba a la alta élite de Mallorca desde el siglo VII a.C. y es el cementerio más antiguo de Mallorca. En el cementerio se han encontrado enterramientos talayóticos, romanos e incluso medievales.

Son REal

Resulta extraño encontrar un estilo de tumbas tan antiguo, cuando en aquella época era habitual enterrar en cuevas. En Son Real hay 143 nichos redondos y cuadrados en los que se han encontrado fragmentos de metal, vidrio, cerámica y restos óseos de 425 personas, algunos con agujeros en el cráneo, práctica utilizada con fines curativos en vida.

Para visitar las extraordinarias estructuras megalíticas, es aconsejable empezar por el Centro de Interpretación, imprescindible para entender Son Real. Un sendero de unos 30 minutos conduce entre pinos y enebros hasta la necrópolis. La ruta se puede hacer a pie o en bicicleta, pero también hay rutas a caballo para una experiencia adicional.

Las 395 hectáreas de la finca están plantadas con algarrobos, higueras y almendros y están habitadas por animales autóctonos como ovejas, pavos reales y cerdos negros. En Son Real también se encuentra uno de los tres dólmenes que se pueden visitar en Mallorca, así como una cantera en la que se extraía roca para la construcción hasta 1946. Sin duda, un lugar inesperado que combina a la perfección la historia, la naturaleza y los maravillosos baños con aire mediterráneo.

Son Serra de Marina, un lugar para descubrir Mallorca antes del turismo.

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