Llegáis a Mallorca, dejáis las maletas en vuestra villa y os sentáis en la terraza con una copa en la mano.
La brisa os acaricia la piel y el sonido del mar se mezcla con el murmullo lejano de la isla. No hay prisas, no hay obligaciones, solo tiempo para vosotros dos.
Mallorca no es un destino más, es un lugar donde cada momento se convierte en un recuerdo especial. Aquí no se trata de tachar sitios de una lista ni de seguir rutas establecidas. Se trata de perderse en sus calles de piedra, de improvisar un plan sobre la marcha y de descubrir esos rincones que hacen que todo encaje.
Cada plan se moldea a vuestro ritmo, sin obligaciones ni prisas. Porque en un viaje romántico lo importante no es solo el destino, sino cómo lo vivís juntos.
Si queréis que vuestra escapada sea especial de verdad, aquí os dejamos algunas ideas que harán que vuestro viaje sea inolvidable.
Übersicht
- 1 Cena en un restaurante con historia
- 2 Paseo en barco al atardecer
- 3 Conoce los pueblos más bonitos
- 4 Una villa con piscina privada para desconectar del mundo
- 5 Día de playa con un toque especial
- 6 Ruta en coche por la Sierra de Tramuntana
- 7 Un spa para dos
- 8 ¿Listos para empezar el viaje en pareja a Mallorca?
Cena en un restaurante con historia
Mallorca tiene restaurantes con mucho detalle donde, más allá de la comida, lo que cuenta es la experiencia.
Busca un sitio con una carta interesante y un ambiente acogedor, donde podáis disfrutar de una conversación tranquila sin prisas. Aquí tienes algunas recomendaciones que nunca fallan:
- Bens d’Avall: Un rincón espectacular en la Serra de Tramuntana con cocina de autor y unas vistas impresionantes al mar.
- Dins Santi Taura: Un espacio íntimo donde el chef elabora un menú basado en recetas mallorquinas reinventadas.
- Aromata: Se encuentra en un antiguo palacio en Palma, con un menú degustación que sorprende en cada plato.
- Ca’s Xorc: En plena montaña, un lugar ideal para una cena romántica entre olivos y con un ambiente muy especial.
- La Fortaleza (Cap Rocat): Un restaurante de alta cocina en un antiguo fuerte militar, perfecto para una velada inolvidable.
Reservar con antelación es la clave. Y si puedes, apuesta por un restaurante con terraza o jardín para que la cena sea aún más especial.
Paseo en barco al atardecer
Ver Mallorca desde el mar cambia las reglas del juego.
Un paseo en barco privado al atardecer es de esos planes que se quedan grabados. Imagina estar ahí, con el sol bajando poco a poco, la brisa en la cara y el sonido del agua marcando el ritmo. Nada de agobios ni prisas, solo vosotros dos disfrutando de la isla desde otra perspectiva.
Puedes optar por un barco con patrón o, si te atreves, alquilar uno sin licencia para recorrer la costa a tu ritmo. Lleva algo de picoteo y una botella de vino.
Si lo vuestro es el mar, este plan os encantará.
Conoce los pueblos más bonitos
Palma es espectacular, pero si de verdad quieres saborear Mallorca, hay que salir de la ciudad y recorrer sus pueblos con calma.
Valldemossa es de los más conocidos, aunque si os gusta más la tranquilidad y los sitios con menos gente, Fornalutx y Deià son opciones que nunca fallan.
Pasear sin mapa, descubrir pequeñas tiendas y sentarse en una terraza con un café o una copa de vino son esos pequeños detalles que hacen que un viaje se recuerde con cariño.
No hace falta planear demasiado: simplemente elegid un pueblo y disfrutad del camino.
Una villa con piscina privada para desconectar del mundo
Si lo que quieres es privacidad total y un espacio exclusivo donde estar a gusto sin horarios ni interrupciones, alquilar una villa con piscina privada es la mejor opción. Nada como despertarse con calma, disfrutar de un desayuno sin prisas y pasar el día a tu ritmo sin tener que compartir espacio con nadie más.
Tener una piscina solo para vosotros significa poder daros un baño cuando os apetezca, sin depender de horarios de hoteles o playas abarrotadas.
Además, nuestras villas están rodeadas de naturaleza, lo que aporta un plus de tranquilidad para disfrutar del viaje sin distracciones.
Una cenita en la terraza con velas y una copa de vino, solo vosotros dos bajo el cielo estrellado de Mallorca. Suena bien, ¿verdad?
Si quieres encontrar la villa ideal, echa un vistazo aquí y empieza a planear tu escapada: Reserva tu villa con piscina privada.
Día de playa con un toque especial
Ir a la playa es un clásico, pero hacerlo con un plus de comodidad marca la diferencia.
En lugar de ir a una cala cualquiera, buscad una playa donde podáis alquilar una cama balinesa o un espacio más privado para relajaros sin agobios.
Por ejemplo, en Es Trenc hay chiringuitos donde puedes alquilar hamacas con servicio de bebidas, en Cala Llombards puedes encontrar rincones más tranquilos si vas temprano, y en Illetas hay beach clubs con todo montado para que no os falte de nada.
Algunas playas también tienen restaurantes a pie de arena donde podréis disfrutar de una comida sin tener que moveros demasiado.
Si preferís algo más aventurero, alquilar un kayak o una tabla de paddle surf puede ser una buena idea para recorrer la costa desde el agua.
Sea cual sea vuestra elección, lo importante es que disfrutéis del día sin prisas y a vuestro ritmo.
Ruta en coche por la Sierra de Tramuntana
Para los que disfrutan conduciendo, recorrer la Sierra de Tramuntana en coche es un planazo.
Carreteras con curvas, paisajes espectaculares y paradas en miradores que parecen sacados de una postal hacen que este trayecto sea toda una experiencia.
Lo ideal es hacerlo sin prisas, parando donde os apetezca y disfrutando del paisaje. Podéis hacer una parada en Sóller para un café en la plaza o en alguna de sus panaderías tradicionales.
Si seguís hasta Sa Calobra, hay varios miradores donde merece la pena detenerse y estirar las piernas antes de bajar por su famosa carretera. También podéis parar en el Mirador de Ses Barques, que tiene una terraza perfecta para un descanso con buenas vistas, o hacer un alto en Cala Tuent, menos transitada y perfecta para un baño rápido antes de seguir el viaje.
Es un recorrido que no decepciona y que se puede adaptar según lo que os apetezca en el momento.
Un spa para dos
Si la idea es relajarse al máximo, un día de spa es siempre una buena opción.
En Mallorca hay centros de bienestar con circuitos de agua, saunas y masajes en pareja que pueden convertir una tarde cualquiera en un momento de desconexión total.
Reservad con tiempo y elegid un sitio que os inspire confianza. Algunos de los mejores spas de Mallorca para una experiencia en pareja son Fontsanta Spa, con sus aguas termales naturales únicas en la isla; Son Brull Spa, rodeado de naturaleza y con tratamientos personalizados; y Cap Rocat Spa, con un entorno espectacular.
Un masaje relajante o un tratamiento en pareja puede ser el broche perfecto para un viaje romántico.
Al final, lo importante es disfrutar del tiempo juntos y volver a casa con las pilas cargadas.
¿Listos para empezar el viaje en pareja a Mallorca?
Mallorca es el destino perfecto para desconectar y vivir unos días en pareja sin que nadie os moleste.
No se trata solo de descubrir la isla, sino de disfrutarla a vuestro ritmo, sin horarios ni multitudes. Y si hay una forma de hacerlo realmente bien, es alojándose en una villa con piscina privada.
Despierta sin prisas, prepara un desayuno juntos y date un baño en total intimidad antes de empezar el día.
Nada de compartir tumbonas ni hacer colas en el bufé del hotel. Solo vosotros dos, en un espacio diseñado para disfrutar.
Después, un paseo por la playa, una cena en la terraza con velas y el sonido de la naturaleza de fondo.
Si quieres asegurarte de que cada momento sea especial, alquilar una villa es la mejor elección.
No pierdas el tiempo buscando más y encuentra la opción perfecta aquí: Reserva tu villa con piscina privada.
¡Os esperamos!