Septiembre es uno de los mejores momentos del año para conocer Mallorca. 

La temperatura sigue siendo muy buena, los días son largos y se nota un ritmo algo menos intenso que en los meses más concurridos del verano.

Si estás pensando en visitar la isla, aquí te damos algunas ideas para que aproveches al máximo tu viaje.

 

La Serra de Tramuntana

 

Si te gusta caminar por la montaña, septiembre es una época perfecta.

Esta sierra se la conoce por las rutas que enlazan pueblos como Valldemossa, Deià o Sóller, aunque también puedes hacer rutas circulares desde Valldemossa o Escorca.

En este mes la naturaleza se muestra especialmente atractiva tras el verano, y el verde aún destaca por los típicos campos secos de finales de estación. 

El melocotón, la higuera y la uva están en plena temporada, lo que hace de este sitio un paraíso con encanto.

Además, durante esta época del año hace menos calor que en pleno verano, pero sigue habiendo luz suficiente para rutas largas.

 

Pasear por el casco antiguo de Palma

La capital, Palma, es imprescindible.

 

Pasear y disfrutar del ambiente es mucho más llevadero en septiembre. La ciudad sigue llena de vida, pero se camina mejor, se entra a las tiendas sin esperar, y las cafeterías tienen más espacio en sus terrazas. 

Puedes empezar en la Catedral, bajar por el Parc de la Mar, perderte por las callejuelas de La Calatrava y terminar en Santa Catalina.

Además, septiembre es ideal para tomarse el tiempo de entrar a patios interiores, galerías y pequeños comercios que en verano quedan más ocultos por el flujo de gente. No olvides probar un helado artesanal o un café con ensaimada en una de las pastelerías clásicas.

 

Reservar una casa rural en el interior

Para muchos, Mallorca significa costa. Pero septiembre es un buen momento para mirar hacia el interior. 

Alójate en una finca en municipios como Sineu, Alaró o Santanyí y descubre una Mallorca diferente. Aquí la vida se siente distinta, con otro ritmo, y las distancias siguen siendo cortas: en menos de 30 minutos puedes estar en la playa o en una bodega familiar.

Las villas son perfectas ir en pareja, familia o grupo pequeño, con independencia y espacios al aire libre. 

Si te interesa esta opción, puedes reservar directamente con Fincas Mallorca Charme, con propiedades muy bien situadas y con todo lo necesario para una estancia cómoda en esta época del año.

Fiestas y cultura en septiembre

 

Aunque el verano ya queda atrás, hay otros eventos como las festividades de la Mare de Déu de la Salut en Palma, con música, bailes y actividades para toda la familia.

También empieza la vendimia y algunas bodegas organizan actividades para mostrarte cómo se elabora el vino mallorquín. Pregunta por catas y rutas por bodegas en Binissalem y Santa Maria; suelen ser dinámicas y pensadas para todos los niveles de curiosidad.

 

Calas y playas con más espacio

Aunque el mar sigue igual de apetecible que en agosto, en septiembre muchas playas están más tranquilas. 

Puedes llegar a las calas antes de las 10 de la mañana y encontrar sitio para aparcar, montar la sombrilla con calma y quedarte todo el día. Lugares como Cala Llombards, Cala Santanyí o Cala Mesquida conservan su encanto, pero sin tanta presión.

Además, hay zonas del litoral más abiertas al baño en esta época: la temperatura del agua es muy agradable y, con suerte, encontrarás días sin viento. 

Septiembre también es un buen momento para quienes viajan con niños, porque se puede estar más tiempo al sol sin preocuparse tanto por el calor extremo.

 

Mercados semanales y ferias de pueblo

 

Mallorca es sinónimo de producto fresco y de calidad.

Durante septiembre siguen funcionando los mercadillos tradicionales de Mallorca, pero con más comodidad. 

Puedes pasear por el Mercat de l’Olivar en Palma, visitar el mercado de Santa María los domingos o al mercado de Inca el jueves y al de Sineu un miércoles por la mañana.

Aquí hay embutidos, quesos, panes, ropa, artesanía y productos del campo.

También es el mes de algunas ferias de temporada. En Binissalem, por ejemplo, celebran la Festa des Vermar, que gira en torno a la vendimia y reúne desfiles, comidas populares y otras actividades.

 

Atardecer en la zona de Cap de Formentor

El faro de Formentor y su entorno son conocidos por las vistas al final del día. 

En septiembre, el sol se pone antes, por lo que puedes hacer una visita de tarde sin que se haga tan tarde la vuelta.

La carretera sigue siendo estrecha y con curvas, pero suele estar menos transitada que en agosto.

Puedes parar en alguno de los miradores del camino o en la propia playa de Formentor para darte un baño y si quieres evitar el coche, también puedes mirar opciones en barco desde Alcúdia o Puerto de Pollença. 

Eso sí, no olvides llevar algo de abrigo, porque por la tarde refresca más que en pleno verano.

 

Excursiones en barco y rutas en bicicleta

 

Los planes al aire libre son mucho mejores y más llevaderas en septiembre. 

Las excursiones en barco, tanto por la costa norte como la sur, siguen activas y con plazas disponibles sin tanta antelación.

Puedes elegir rutas por la bahía de Palma, Port de Sóller o Alcúdia, con paradas para nadar o conocer pequeñas calas a las que solo se accede desde el mar. 

Otra alternativa es lanzarse a pedalear, ya que la red de carreteras y caminos es extensa, con rutas señalizadas y variedad de paisajes.

 

¿Quieres que tu viaje sea tal como lo imaginas?

Si estás pensando en viajar a Mallorca en septiembre, tenemos que decirte que estás en lo correcto:

 

• Más disponibilidad y mejores precios en alojamiento y vuelos.
• Acceso sencillo a restaurantes y actividades sin largas esperas.
• Temperatura agradable tanto para el baño como para caminar.
• Entornos naturales y urbanos sin saturación.

 

Y qué mejor hacerlo que con un alojamiento de lujo que se adapte a lo que buscas: tranquilidad, comodidad y buena ubicación para moverse por la isla.

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